Sofonisba Angüissola, la pintora italiana que miraba como mujer pero pintaba como un hombre

 

   Hola amigas!

   Tras las vacaciones navideñas, volvemos a compartir con vosotras esos temas que nos llaman la atención y que confiamos en que os despierten el mismo interés que a nosotras cuando nos encontramos con ellos. Hoy voy a hablaros de una pintora con un nombre difícil, pero que una vez que la conoces, merece la pena recordarla para siempre: Sofonisba Angüissola.

   En pleno siglo XXI, no se explicaría que una mujer con un talento maravilloso para la pintura no tuviera la visibilidad que merece, pero ella vivió en el siglo XVI, y en aquella época, los roles que debía desempeñar cada uno venían marcados por su lugar de nacimiento y por su condición.

   Sofonisba nació en una familia noble de Cremona, y fue educada en la pintura junto a sus cinco hermanas. Discípula de Campi y Gatti, y considerada la primera pintora de éxito del Renacimiento, destacó en la rea­lización de retratos, llevando a cabo un tipo de repre­sen­tación un tanto informal, en el que a menudo sus modelos desarrollan tareas aparentemente domésticas, acompañados de una serie de objetos que definen en mayor profun­didad su personalidad.

   A lo largo de su longeva vida -murió con 96 años-, realizó numerosos auto­rretratos en los que aparece leyendo, tocando algún instrumento musical o pintando, lo que también es una forma de conocer las actividades que realizaban los nobles de su rango en aquella época.

   En 1559 fue invitada a la corte de Felipe II y se trasladó a Madrid para ejercer de dama de compañía de la reina Isabel de Valois, donde continuó realizando retratos. Sin embargo, durante siglos algunas de sus obras se atribuyeron a otros autores, entre ellos Pantoja de la Cruz, el retratista cortesano de mayor calidad de los últimos años del reinado de Felipe II y los primeros de su sucesor, Felipe III.

   No es un caso aislado. A lo largo de la historia, las obras de mujeres pintoras, escultoras, compositoras y eruditas en otras artes, quedaron escondidas a la sombra de sus profesores o de sus maridos.

   En la obra ‘Eso no estaba en mi libro de Historia del Arte’, del profesor Manuel Jesús Roldán publicada en 2017 -y que os recomiendo sin ninguna duda-, se desgranan anécdotas y curiosidades tanto de artistas conocidos como de los que han sido silenciados con el paso de los siglos. Uno de sus apartados más interesantes es el referido a las mujeres artistas que han sido injustamente marginadas durante siglos, entre ellas nuestra protagonista, Sofonisba Angüissola, pero que también incluye a Camille Claudel, amante de Auguste Rodin y autora de muchas de las esculturas atribuidas a este.

   Este libro tiene ahora una interesante continuación con el monográfico titulado Historia del arte con nombre de mujer del mismo autor. 

   Algunas de las obras de nuestra autora están expuestas en el Museo del Prado, por ejemplo este retrato de Felipe II que seguro que reconocéis.

   Espero que os haya gustado el tema y que os animéis a profundizar en los libros que os he comentado, porque si os gusta la historia, os encantarán.

   Gracias por estar ahí!!

Comentarios

  1. Me parece interesante el artículo, pero no veo por qué tiene que haber pintura "femenina" y pintura "masculina". El arte es el arte.

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  2. Interesante y desconocida, al menos para mí. Anotado libro para buscarlo y anotada pintora para rebuscar un poco.

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