Historia de una puerta
Supongo que ya habréis notado algo; ayer inaugurábamos
nuestro canal en Instagram y eso es sólo el principio.
Pero me gustaría compartir con vosotras cómo fue el origen
de lo que ahora está sucediendo y espero que os guste y os haga esbozar una
sonrisa, porque lo que os voy a contar demuestra que el destino EXISTE.
Hace casi dos años, acudí una mañana a mi banco, una oficina
pequeña, en un pueblo pequeño de la sierra de Madrid. Como supondréis, ir al
banco en persona no es algo que haga habitualmente, porque ahora todo o casi
todo se hace a través de Internet… Apenas voy 6 ó 7 veces al año, por eso es
tan alucinante.
9:18 h. de la mañana, termino de realizar la gestión y cuando
me dirijo hacia la puerta, agarrada al otro lado del cristal, me encuentro con
una amiga a la que no veía desde hacía más de 15 años. Fuimos compañeras de
trabajo durante mucho tiempo en nuestra primera etapa profesional, pero después,
nuestros caminos se separaron para emprender cada una su propia historia. La
mía, crear una pequeña empresa de comunicación gracias a la cual he conseguido
sobrevivir todos estos años conciliando mi actividad profesional con la familia
que creé al lado de mi compañero de vida y que a fecha de hoy seguimos construyendo
junto a mis dos hijos. Y ella, creando una gran empresa de comunicación, fruto
del talento y el trabajo incansable que siempre ha llevado a cabo, pero que un
buen día decidió vender para trasladarse a Colombia y crear el mejor
restaurante de tapas español, reconocido en los círculos más elitistas tanto a
nivel gastronómico como social de Cartagena de Indias.
Yo sabía de su trayectoria por amigas comunes, pero no tenía ni idea de su regreso a España, a Madrid, a ese pequeño pueblo de la sierra
madrileña… Era el destino el que nos había unido, no había duda.
En los meses siguientes fueron muchos los tés y cafés que
compartimos, poniéndonos al día de esos años alejadas la una de la otra… hasta
que como a todos, nos llegó el confinamiento y nos dejaron encerradas.
Pero precisamente esta situación tan distinta, tan
complicada, tan irreal que hemos vivido y estamos viviendo, nos hizo pensar a ambas que
nuestro encuentro no podía ser casual y que debíamos sacarle partido.
En una de nuestras conversaciones le conté cómo había puesto
en marcha nuestro Club de Cincuentañeras, y lo orgullosa que me sentía de que
tantas mujeres maravillosas como tú que estás leyendo esto ahora mismo,
compartieran mi espíritu positivo y mi manera de ver la vida, a veces reflexiva,
otras nostálgica, pero siempre optimista y con un toque de humor, confiando de
verdad en que lo mejor de la vida está por llegar. Porque lo pasado, pasado
está.
En estos duros meses todos hemos tenido momentos complicados,
ya sea por salud, tanto nuestra como de nuestro círculo más íntimo y cercano, o a
nivel profesional, económico, social… Estoy convencida de que hay muy poca
gente que no se ha visto nada afectada.
Pero hay una frase de Joan Manuel Serrat que me encanta: “lo
importante en la vida no es lo que te pasa sino cómo lo superas”. Y por este
motivo, mi amiga y yo decidimos unirnos para hacer crecer el proyecto de
Cincuentañeras, con un único objetivo: animaros a disfrutar de la vida y
continuar hacia adelante aprovechando cualquier oportunidad que se nos presente.
Y en eso estamos ahora embarcadas; vamos a preparar un
montón de propuestas para vosotras, para
que por fin podamos llevar a cabo actividades juntas, en la vida real, como muchas
nos pedíais desde el principio. Y mantendremos medidas de seguridad, y nos
cuidaremos mucho de protegernos y protegeros, pero la vida sigue y nosotras somos
las protagonistas.
Os iré contando novedades muy pronto.
Gracias por estar ahí!
Me encantaaa😍😍😍
ResponderEliminarGracias por tu apoyo, amiga!!
EliminarQue historia tan motivadora, he disfrutado muchísimo. Un millón de gracias por un comienzo de fin de semana tan positivo. Besos!!!!
ResponderEliminarTú y todas las que estáis ahí sois las que me motiváis a mi. Gracias!!
Eliminar